En 2008, Quijano integró arquitectos jóvenes a su experimentado equipo. (Imagen cortesía: Klint&Foto)
Con una tradición de tres décadas en el sureste mexicano, el taller de Augusto Quijano encontró en la primera década del siglo XXI la oportunidad para participar y ganar concursos nacionales e internacionales en colaboración con otros despachos meridenses, lo que le dio una mayor exposición fuera de Yucatán, sin perder su identidad.
“En 30 años, este despacho ha mostrado constancia en trabajar todos los proyectos como si fueran grandes, aun si son pequeños en extensión”, comenta Quijano.
En términos conceptuales, dice, la arquitectura del despacho ha evolucionado de ser “un poco más maciza” en sus inicios, a una más ligera en la actualidad. Si bien, en todo momento se ha caracterizado por su luminosidad.
“Me queda claro que, a partir de 1998, algunos proyectos realizados nos dieron mucha fuerza”, comenta. Tal fue el caso del del Centro Cultural Olimpo, proyecto ganador de un concurso abierto y que Quijano realizó en colaboración con los arquitectos Jorge Carlos Zoreda y Roberto Ancona Riestra.
Esta experiencia y los concursos subsecuentes que ganó entre 2003 y 2005 le permitieron darse cuenta de que su despacho tenía la posibilidad de realizar su propio trabajo, y, al mismo tiempo, ligarse con otras firmas en Mérida para concursar proyectos ambiciosos.
Su conocimiento sobre el uso del concreto lo hizo merecedor del premio Obras Cemex 2001. Un año después, el Instituto del Concreto de Chicago lo reconoció por el diseño del Corporativo Bacsa y en 2009, Quijano obtuvo nuevamente la presea de la cementera por el diseño del City Center de Mérida.
“La ciudad exige proyectos más complejos, no sólo casas, sino condominios. Mérida se está volviendo más vertical”, comenta el arquitecto yucateco.
Sobre la sustentabilidad, Quijano señala que la arquitectura tiene que ser inteligente y considerar elementos como ventilaciones cruzadas, una mejor orientación y la iluminación natural, así como elementos constructivos que aíslen mejor el ambiente y reduzcan el consumo energético
SERIE: Los diez despachos de la década