Los primeros concretos logrados por los mayas, alcanzan resistencias a compresión de hasta 60 kg/cm2.
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Conocedores de los astros y de la relación del contexto natural con la Arquitectura, los antiguos Mayas supieron emplear todos los elementos de la naturaleza para construir sus ciudades, los cuales son utilizados hasta nuestros días.
La Arquitectura palaciega, los juegos de pelota, las viviendas y los basamentos son muestra de un sinfín de recursos técnicos que desarrollaron a través del tiempo, para llevar a cabo obras maestras que sobrevivieron a lo largo del tiempo, con el empleo de madera, piedra caliza, caña, adobe, paja y estuco.
Bóveda Maya 'Arco Falso' Imagen cortesía de Getty Images - Adalberto Rios Szalay
Sin duda, su más reconocida aportación constructiva fue la bóveda maya o arco falso, la cual era construida mediante la colocación, a ambos lados de un vano, de bloques de piedra escalonados de manera uniforme, hasta que se encontraban en un punto medio.
El factor que permitió el funcionamiento de este tipo de bóveda fue el conocimiento del mortero de cal ya usado en los muros, el cual daba cohesión en el núcleo para permitir la adherencia de las piedras del perímetro.
La cubierta obtenida era semejante en el interior al de la choza y determinaba un corte transversal en forma de triángulo o trapecio.
Su inconveniente era que sólo permitía techar espacios angostos, pues para piezas de mayor anchura hubiera sido excesiva la altura necesaria para garantizar la estabilidad de la bóveda.
Además de este elemento constructivo, la cultura maya aportó el uso de elementos cementantes, para lo que fue clave la abúndate piedra caliza de la región, con la cual realizaron estucos, morteros y concretos.
El estuco fue empleado en interiores y exteriores, para funciones ornamentales (bajo y altorrelieve), que hasta la fecha permanecen, a pesar de las condiciones ambientales de la zona.
Mientras tanto, los morteros fueron utilizados para juntar piedras en la construcción de muros, alfardas y bóvedas, entre otras.
Finalmente, el concreto de aquellos años se caracterizaba por ser inicialmente un material de relleno, heterogéneo y con agregados pétreos de diferente tamaño, el cual posteriormente fue mejorado al seleccionar sus agregados, para convertirlo en una mezcla densa y resistente al intemperismo. De acuerdo con estudios de los investigadores Horacio Ramírez, Ramiro Pérez y Heriberto Díaz, que se encuentran en el documento 'El cemento y el Concreto de los Mayas', los primeros concretos logrados por los mayas, alcanzan resistencias a compresión de hasta 60 kg/cm2.
Fuente: Ramírez/Pérez/Díaz 'El Cemento y el Concreto de los Mayas', Ciencia Ergo Sum, noviembre, volumen 6, número tres. Universidad Autónoma del Estado de México.
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