lunes, 1 de agosto de 2011

NOTICIAS ARQUITECTURA.- El Museo de Arte Moderno abre sus puertas a los proyectos arquitectónicos no construidos que pudieron darle otro rostro a la Ciudad de México

La ciudad que pudo ser
Imagen Cortesía de Fernanda Canales


CIUDAD DE MÉXICO — Todos nos hemos imaginado que nuestra ciudad puede ser de otro modo, incluso hay decenas que lo diseñaron y lo sometieron a concurso, sin embargo sus proyectos fueron rechazados y otros, a pesar de ganar, nunca se construyeron.

Con algunos de ellos el Museo de Arte Moderno montó una exposición que nos muestra la Ciudad de México que pudo ser, una con más árboles, menos autos y mucho más espacio para peatones y bicicletas.

“El criterio para ésta exposición fue seleccionar proyectos pensados en ganar espacios públicos, ya que en el siglo XX vino un deterioro de los mismos e incluso su privatización” explica Daniel Garza, curador de la muestra titulada Proyectos no construidos y concursos fallidos.

Y es que según sus propias palabras durante el siglo pasado, sobre todo en los 14 años de administración del llamado Regente de Hierro, Ernesto P. Uruchurtu, el Distrito Federal de México fue reordenado bajo el modelo de las ciudades de Estados Unidos, sobre todo de Los Ángeles la cual está basada en suburbios, de aquella propuesta Ciudad Satélite fue el ejemplo más acabado.

Durante esa época por ejemplo, se construyó el Circuito Interior el cual, en tramos como Chapultepec partió a la ciudad y para prueba basta intentar salir de Polanco a las 18 horas, o bien intentar pasar a pie su cruce con Reforma. 
Como una solución a esa “herida abierta”, Fernanda Canales propuso la construcción de un “techo” sobre circuito que permitiera soterrarlo para retejer el bosque de Chapultepec y unir la ciudad. Dicho proyecto pudo ser el Arco Bicentenario en lugar de la Estela de Luz que lleva casi un año de retraso además de verse envuelta en un escándalo.

“La convocatoria llamaba a la creación de un arco sobre Reforma, así que yo decidí replantear como deben ser los monumentos en el siglo XXI. Ya no pueden ser una escultura, tienen que ser obras monumentales  que recuperen el espacio público”, explica la arquitecta.

De hecho en el proyecto presentado para el concurso argumenta que “lo conmemorativo obtiene otra dimensión, por un lado al incorporar lo útil –resolver cruces, disminuir accidentes, dar continuidad a recorridos peatonales, realizar una ciclovía a lo largo de Reforma, y por otro lado, al permitir que la sutura se convierta en una gran explanada que funcione como libro abierto y narre a lo largo del recorrido, por medio de inscripciones en el piso, la historia de México”.

Pero los proyectos que han presentado mejores alternativas viales no sólo son rechazados en el presente y el mejor ejemplo es el Monumento a la Madre, construido en 1944 por convocatoria del periódico Excélsior. 

La propuesta ganadora fue la de José Villagran García. Sin embargo lo presentado por el arquitecto Mario Pani además del diseño del monumento, proponía una solución vial para el cruce de las avenidas Reforma e Insurgentes a través de una “superglorieta” con doce edificios en su derredor con pasajes comerciales continuos.

En ésta muestra -que permanecerá abierta al público hasta septiembre- también es posible observar una segunda ciudad universitaria que nunca se concretó, una alternativa para la Plaza de la Constitución que a diferencia del actual Zócalo de la Ciudad de México planteaba, sí una gran plaza pero con áreas verdes y centros comerciales subterráneos, además de fuentes. Y es que como dijera Daniel Garza, ésta exposición nos muestra la ciudad del hubiera, aunque claro siempre es posible cambiar las cosas.

Via: Obras Web (David Santa Cruz)

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