El premio Nobel Mario Molina asegura que a través de ocho programas se impulsará un desarrollo sustentable
SUSTENTABLE El científico mexicano dijo que su propuesta no amenaza el desarrollo económico, sino que con medidas creativas podría acelerarse (Foto: Cortesía Conacyt / Miguel Valle )
México tendrá una estrategia nacional de cambio climático que impulsará ocho programas para combatir el cambio climático e impulse el desarrollo sustentable, anunció el premio Nobel mexicano Mario Molina.
Con el financiamiento de la Cámara de Diputados y el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (CONACyT), en el Centro Mario Molina, que dirige el científico, se realizaron cinco estudios regionales y tres sectoriales para definir la política que seguirá el país para reducir los gases de efecto invernadero para 2020.
En materia de transporte se impulsará una norma que regule la eficiencia energética de los vehículos ligeros que se comercializan en el país, así como impedir que los automóviles sin regular de Estados Unidos terminen en el país y generen más contaminantes.
"Nos estamos llenando de camionetas y autos ‘chocolate'. El objetivo es que todos los autos sean más eficientes, que la gente opte por autos compactos que se adecuen a la traza urbana. La meta es llegar a 20 kilómetros por litro en 2016, sin considerar que debemos tener combustibles de ultrabajo contenido de azufre y tratar de igualar a Europa en cuanto a eficiencia energética.
"Actualmente se regulan bióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los hidrocarburos, es lo que se verifican en los verificentros y en las plantas; pero los compuestos de gases de efecto invernadero, gases sustitutos de aires acondicionados no. Debemos reducir al máximo la cantidad de monóxido de carbono equivalente que nos dan una huella de carbono muy alta", dijo Rodolfo Lazy, del Centro Mario Molina.
En construcción está una Norma Oficial Mexicana que especifique la eficiencia energética y el nivel de sustentabilidad ambiental requerido en una edificación.
Entre los factores que se contemplarán está el impulsar un diseño bioclimático, de acuerdo con la zona climática del país: templada, cálida-seca, cálida húmeda o cálida-subhúmeda. Con esto se buscará reducir en 50% las emisiones de bióxido de carbono en 2020 y reducir en 80% las emisiones en 2030.
"El objetivo es llegar a 317 millones de toneladas de CO2 equivalentes al año 2050, actualmente se generan cerca de 700 millones de toneladas", dijo Lazy.
La educación ambiental es el tercer programa sectorial que buscará crear una cultura ecológica con la difusión de un libro y dos materiales audiovisuales dirigido a estudiantes de nivel básico y medio para combatir la idea de si el cambio climático es real.
"Es muy importante que la sociedad tenga claro qué es el cambio climático y por qué es importante combatirlo", dijo Carlos Mena, investigador del Centro Mario Molina.
"Se ha cuestionado la ciencia del cambio climático, particularmente el partido Republicano lo ha puesto en duda, lo cual evidentemente dificulta que se lleguen a acuerdos internacionales", dijo Mario Molina.
Políticas por regiones
El Centro Mario Molina dividió al país en 10 regiones, en cinco de ellas se realizaron los primeros estudios para definir las estrategias para que se impulse una política de desarrollo sustentable y de baja intensidad de carbono.
El primer estudio se hizo en las zonas Centro, Golfo de México, Sur, Península de Yucatán y Golfo de California, en colaboración con otras instituciones como la Universidad Autónoma de Chapingo y el Instituto de Ingeniería.
En cada zona se identificó las emisiones de carbono, el potencial de energía sustentable de acuerdo a la geografía de cada una. Sin embargo, el subsidio a la energía eléctrica y al petróleo provocan que las energías renovables aún no representen una alternativa por los altos costos que aún representan para su implementación.
En el Golfo de California se identificó que la zona hotelera de Los Cabos es la que tiene una mayor huella de carbono, es decir, que la energía que se consume provoca una emisión de bióxido de carbono y otros contaminantes muy alta desde su producción, transporte y consumo. El Centro Mario Molina identificó que Los Cabos tiene un gran potencial eólico.
El Centro podría generar su propia energía si se aprovechara la caída de agua del sistema de agua del Valle de México, que si bien no es una gran pendiente, el caudal funcionaría como microhidraúlica, dijo Guillermo Velasco del Centro Mario Molina.
En la zona sur, conformada por Oaxaca y Chiapas, se identificó el potencial geotérmico y para la reforestación con lo que se tendría apoyos internacionales del Fondo Verde que se pactó en la Cumbre COP16 de Cancún.
"En la zona sur hay un gran potencial de REDD+, fondos para la reforestación en Oaxaca y Chiapas, compararon la vegetación forestal en 1976 y en la actualidad, se obtuvo la diferencia de suelos con capacidad de ser forestales, quitar carreteras, zonas agrícolas y zonas urbanas, características grafológicas y climáticas sacaron el esquema de regeneración de bosques para capturar el carbono.
"Aquí hay un componente económico, acceso a fondos internacionales y la componente social, en lugar de apoyos agrícolas se pueden redireccionar a apoyos de regeneración y reforestación de la zona con beneficio ambiental, económico y poblacional", explicó Velasco.
En el Golfo se buscaría capturar y almacenar los gases de carbono y en la Península de Yucatán generar biodiesel con el cultivo de jatropha vinculado a la industria porcina.
En la conferencia de prensa estuvieron el director del Conacyt, Enrique Villa Rivera, el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Rafael Tamez Guerra.
También el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Juan Pedro Laclette y el secretario de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Rafael López.
Vía "El Universal"
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