OPINIÓN:Para
que los arquitectos actualicen su trabajo es necesario que modifiquen las
creencias y las prácticas vigentes e incorporen las nuevas tecnologías, opina
Antonio Toca Fernandez...
Imagen cortesía de ESPECIAL
Nuevas tecnologías para representar los proyectos
de Arquitectura, generadas a finales del siglo XX, con la ayuda de la
computadora permiten que los esfuerzos –antes– aislados de técnicos y
dibujantes, sean integrados por medio de programas electrónicos.
La difícil coordinación de arquitectura, diseño e
ingeniería ahora puede ser resuelta con un nivel de atención a los detalles que
antaño era prácticamente imposible realizar. Y el dibujo, antes de calidad
deficiente y siempre inexacto, es ahora nítido y exacto.
El tiempo invertido en remplazar dibujos por cambios en
el proyecto o la obra, ahora ya no se desperdicia, pues una vez que un dibujo
se tiene en la memoria electrónica es posible cambiarlo y manipularlo, sin
repetir todo el trabajo.
Para comprender la profunda transformación de la
práctica de la arquitectura y el diseño, basta mencionar que uno de los
programas de diseño asistido por computadora (CAD) tiene ya millones de
usuarios en 85 países y más de 1,000 programas diferentes que se interconectan
entre sí.
Las aplicaciones desarrolladas en el CAD se basan en la
interconectividad entre programas que permiten que trabajos que hasta hace poco
se realizaban de manera separada, se elaboren ahora con una base de datos
común, que hace posible una rápida y efectiva integración de los diversos
proyectos en una obra.
Estos programas van desde las escalas de
planeación, ejecución y coordinación de obras a nivel urbano; el detalle de
especificación, despiece y cuantificación de materiales; el desarrollo de
conceptos y dibujos de presentación y modelos de simulación; el diseño de redes
de instalaciones; el costeo, administración y ejecución de obras; y el uso,
operación y seguridad de los edificios.
Los programas disponibles permiten usar archivos de
dibujos, listados de especificaciones y catálogos de materiales. Es posible
también realizar estudios de iluminación, natural o artificial, dentro y fuera
de los edificios, o detallados dibujos de representación. De hecho, la creación
de dibujos evolucionó a lo que se denomina como ‘creación’ de imágenes cuya
calidad iguala a la de verdaderas fotografías, que son poderosas herramientas
para visualizar los proyectos con detalle y claridad sorprendentes.
Aunque estamos inmersos en esta etapa revolucionaria,
la práctica y los modelos pedagógicos de la mayoría de las escuelas de
arquitectura y diseño repiten aún el sistema de la Escuela de Bellas Artes de
París que, durante los siglos XVIII y XIX, fue el más importante en Europa y
cuya influencia se extendió a América. La profunda revolución que se produce
con el diseño asistido por computadora ha modificado radicalmente la práctica
de la arquitectura; y la modificará aún más en el futuro cercano.
Para que los arquitectos actualicen su trabajo es
necesario que modifiquen las creencias y las prácticas vigentes e incorporen
las nuevas tecnologías que mejoran la práctica y la enseñanza. Así será posible
profundizar en su evaluación; porque no hay duda de que si los arquitectos
logran mantener la creatividad y la diversidad en su trabajo, serán mejores sus
oportunidades de sobrevivir –como gremio– crisis abruptas e inesperadas.
Vía: ObrasWeb
Mientras los arquitectos encargados de diseñar los programas de enseñanza de las universidades no entiendan que el dibujo es solo una técnica para representar las ideas, y no es las ideas mismas, seguirán creyendo que para ser buen arquitecto hay que ser un buen dibujante. Craso error. El dibujo es solo un instrumento, lo importante es las ideas, si no lo creen así, simplemente revisen los dibujos que hacia Le Corbusier, fue un pésimo dibujante pero revolucionó la forma de ver y hacer Arquitectura.
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