Ex Convento de La Merced
Escenario del patrimonio mundial
Conocido como “La Merced” a partir del establecimiento, en el siglo XVI, de la orden de los frailes mercedarios, que fundó el convento de Nuestra Señora de La Merced, esta zona del centro destaca también por su cultura popular y los valores intangibles que posee.
“La Merced es un espacio urbano muy grande y rico, con mucha cultura popular y comercio intangible. Es un barrio que tiene una gran importancia económica, sin la cual no se podría explicar la ciudad y su origen”, dice Bautista y señala que a pesar de las intenciones de las autoridades capitalinas por la recuperación de esta zona, que tiene problemáticas más complejas que el resto del Centro, se requiere también de la participación de sus habitantes.
Con ese fin, Jesús Rodríguez Petlacalco, creó el Proyecto Patrimonio México, que desde el pasado 10 de julio y hasta noviembre organiza paseos dominicales por La Merced. Es un proyecto, explicó, que busca dar a conocer el barrio de La Merced como un gran escenario del patrimonio mundial, dado que, asegura, muchos de los valores excepcionales por los que la UNESCO consideró al Centro Histórico de la ciudad de México como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987, se encuentran en este barrio.
“La idea es mostrar el valor real de La Merced, que resume el origen de la ciudad de México, por ser un sitio receptor de migrantes, como los fundadores de Tenochtitlán, y después españoles, árabes, judíos, franceses, italianos y africanos”, explicó el fundador de Patrimonio México, en el que colaboran el Fideicomiso del Centro Histórico, la Alianza Francesa y habitantes de la zona.
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Escenario del patrimonio mundial
Conocido como “La Merced” a partir del establecimiento, en el siglo XVI, de la orden de los frailes mercedarios, que fundó el convento de Nuestra Señora de La Merced, esta zona del centro destaca también por su cultura popular y los valores intangibles que posee.
“La Merced es un espacio urbano muy grande y rico, con mucha cultura popular y comercio intangible. Es un barrio que tiene una gran importancia económica, sin la cual no se podría explicar la ciudad y su origen”, dice Bautista y señala que a pesar de las intenciones de las autoridades capitalinas por la recuperación de esta zona, que tiene problemáticas más complejas que el resto del Centro, se requiere también de la participación de sus habitantes.
Con ese fin, Jesús Rodríguez Petlacalco, creó el Proyecto Patrimonio México, que desde el pasado 10 de julio y hasta noviembre organiza paseos dominicales por La Merced. Es un proyecto, explicó, que busca dar a conocer el barrio de La Merced como un gran escenario del patrimonio mundial, dado que, asegura, muchos de los valores excepcionales por los que la UNESCO consideró al Centro Histórico de la ciudad de México como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987, se encuentran en este barrio.
“La idea es mostrar el valor real de La Merced, que resume el origen de la ciudad de México, por ser un sitio receptor de migrantes, como los fundadores de Tenochtitlán, y después españoles, árabes, judíos, franceses, italianos y africanos”, explicó el fundador de Patrimonio México, en el que colaboran el Fideicomiso del Centro Histórico, la Alianza Francesa y habitantes de la zona.
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Ciudad de México, D. F.- En esta zona, poco conocida y a veces ignorada por la frenética actividad económica y las problemáticas sociales que la caracterizan, existen diversos monumentos que dan cuenta de su valor histórico y artístico. Desde la Plaza del Aguilita, donde muchos afirman que se encontró el águila posada sobre el nopal, pasando por el histórico inmueble del siglo XVI que alojó la Casa del Diezmo y por el claustro del Ex Convento de La Merced cuya belleza arquitectónica lo convierten en el edificio más exuberante de esa área, hasta la iglesia de Manzanares, considerada la más pequeña de la ciudad.
El entorno urbano de esa zona, desdibujado por el comercio ambulante y por ser un área donde se ejerce el sexoservicio, comienza a revalorarse. Desde hace tres años, el Gobierno del Distrito Federal (GDF), en colaboración con otras dependencias encargadas de la preservación del patrimonio, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), realiza trabajos para la recuperación del barrio, cuyo origen se remonta a la época prehispánica.
Según datos proporcionados por el Fideicomiso del Centro Histórico, de 2009 a la fecha el Gobierno del Distrito Federal ha invertido cerca de 100 millones de pesos en la rehabilitación de esta zona, en la que tradicionalmente se han asentado migrantes de varias regiones de la ciudad de México, así como de Europa, Asía y África.
“Entre los trabajos que han permitido dar pasos en la recuperación de este circuito se encuentran la apertura del corredor peatonal Topacio-Alhóndiga, la rehabilitación de fachadas y de estructuras como la que el INAH realizó en la iglesia de la Santísima”, dijo Ricardo Bautista, director de promoción y difusión del Fideicomiso del Centro Histórico.
A estas intervenciones se suman la restauración que el INAH realiza en el atrio del Ex Convento de La Merced, donde será el Museo de la Indumentaria, Textil y Moda, y en el rediseño de la Plaza Alonso García Bravo. Además de los proyectos de rehabilitación anunciados en el Plan Integral de Manejo del Centro Histórico de la Ciudad de México, que el Gobierno del Distrito Federal presentó la semana pasada.
Rehabilitación urbana
El documento, en el que se describe al barrio de La Merced como “uno de los sectores con mayor tradición por su condición de barrio con comercio popular y actividades artesanales”, incluye siete proyectos de rehabilitación para este espacio urbano.
El ex Convento de Jesús María, edificado en el siglo XVI para alojar a doncellas de origen español que no podían pagar su dote en otros conventos y donde, se dice, vivió la hija ilegítima de Felipe II, será uno de los edificios históricos que se rehabilitarán. El único patio que existe de este convento, que en su momento alojó una mueblería y al Cine Mundial, será convertido, dijo Bautista, en un centro de convenciones, un proyecto que encabezará el INAH.
La Casa del Diezmo o Alhóndiga, una casona del siglo XVI donde aún se aprecia un puente y el vestigio de la acequia que lo cruzaba, es otro de los edificios que será sometido a restauración y al que se le asignará un nuevo uso.
A unas cuadras de esta casona amarilla, en la calle de Manzanares, se rehabilitará uno de los callejones y tendrá lugar la recuperación de un inmueble del siglo XVI, que se considera la única vivienda indígena de esa época.
El documento incluye también la rehabilitación de la Plaza comercial Roldán (Roldán y Manzanares), la cual se convertirá en un espacio cultural alternativo para el comercio tradicional.
Vía: El universal - (Abida Ventura)
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