Imagen cortesía de AeroMéxico
El universo mágico es nuestra visión subjetiva de todo aquello que se cree real y objetivo. Recíprocamente, la visión subjetiva es la visión mágica en estado naciente, umbral, es decir, la magia es el comienzo y formalización de la subjetividad. La subjetividad es la materia prima de la magia y de la materialización del mundo.
Podemos descubrir la magia de las artes, reconociendo en ellas las sombras proyectadas, las estructuras mágicas del universo y la subjetividad con que fueron hechas. Los procesos de identificación-proyección, se hallan evidentemente en el corazón de la vida. Somos nosotros quienes separamos la unidad contradictoria de lo práctico y lo mágico, mientras que todos los objetos creados por el hombre existen y actúan sobre los dos registros.
La excentricidad, la falta de lógica, y la contradictoria cultura de los mexicanos, no escapa sólo al análisis de los extranjeros que se asoman a ésta realidad mágica, sino que es visible y, por haber nacido dentro de esta atmósfera, parecería que podríamos haberla comprendido. Sin embargo, la realidad nos sorprende y perturba diariamente. La personalidad que representa mejor que ninguna otra el arte fantástico que se produjo en México, es Juan O’Gorman. Pintor y arquitecto, quien ha dejado en ambas disciplinas pruebas únicas de su atracción por el mundo de la fantasía que, a primera vista, pueden parecer ligadas al surrealismo.
La mezcla estrecha entre paisaje, figuras y construcciones en la obra de O’Gorman recuerda a Jeronymus Bosch, al igual que la fusión entre imaginación, con observación profunda de su realidad. Su arte es un lenguaje donde podemos leer una visión interpretativa del mundo. La representación de la naturaleza está siempre presente en la obra de Juan O’Gorman, así como la influencia de la pintura popular, del retablo, de la imaginería del temprano renacimiento, que recuperó de la obra de los muralistas.
Podemos descubrir la magia de las artes, reconociendo en ellas las sombras proyectadas, las estructuras mágicas del universo y la subjetividad con que fueron hechas. Los procesos de identificación-proyección, se hallan evidentemente en el corazón de la vida. Somos nosotros quienes separamos la unidad contradictoria de lo práctico y lo mágico, mientras que todos los objetos creados por el hombre existen y actúan sobre los dos registros.
La excentricidad, la falta de lógica, y la contradictoria cultura de los mexicanos, no escapa sólo al análisis de los extranjeros que se asoman a ésta realidad mágica, sino que es visible y, por haber nacido dentro de esta atmósfera, parecería que podríamos haberla comprendido. Sin embargo, la realidad nos sorprende y perturba diariamente. La personalidad que representa mejor que ninguna otra el arte fantástico que se produjo en México, es Juan O’Gorman. Pintor y arquitecto, quien ha dejado en ambas disciplinas pruebas únicas de su atracción por el mundo de la fantasía que, a primera vista, pueden parecer ligadas al surrealismo.
La mezcla estrecha entre paisaje, figuras y construcciones en la obra de O’Gorman recuerda a Jeronymus Bosch, al igual que la fusión entre imaginación, con observación profunda de su realidad. Su arte es un lenguaje donde podemos leer una visión interpretativa del mundo. La representación de la naturaleza está siempre presente en la obra de Juan O’Gorman, así como la influencia de la pintura popular, del retablo, de la imaginería del temprano renacimiento, que recuperó de la obra de los muralistas.
Imagen cortesía de Régis Lachaume
La riqueza imaginativa hay que buscarla en la intención, en la aglomeración de anécdotas y símbolos. No hay formas inhumanas, ni milagro. La fantasía la genera el conjunto, reside en la arbitrariedad de la composición, en la incoherencia de elementos dispares, en la libre interpretación de la vida. Dentro de la obra pictórica de Juan O’Gorman surge continuamente un tipo de arquitectura que se podría llamar también fantástica. Siendo arquitecto de profesión Juan O’Gorman no puede dejar de llevar la ciudad a sus cuadros. Su obra Monumento fúnebre al capitalismo industrial (1943), es una mezcla de todos los estilos arquitectónicos. Una gran montaña de maquinaria industrial mezclada con ironía, no exenta de un realismo perturbador, es un laberinto de significados, una Torre de Babel moderna.
Biblioteca Central, 1953 Fachada Norte. Foto, UNAM
Dentro del medio arquitectónico del siglo XX, no cabe duda que la figura de O’Gorman fué una de las más valiosas. Es uno de los primeros arquitectos que se aventuraron a introducir el funcionalismo en sus proyectos (casa-estudio de Diego Rivera, San Angel, México D.F.), alzándose en contra de las tradiciónes clasicistas de la época. Una vez que la ciudad de México se vió invadida por casas hechas con estos preceptos, como “máquinas para vivir”, O’Gorman se traslada al campo opuesto y se lanza hacia un tipo de arquitectura que integra elementos fantásticos y simbólicos en su concepto, combinando arquitectura, escultura y pintura.
Biblioteca Central, 1953 Fachada Sur. Foto, UNAM
En 1953 diseñó en conjunto con los arquitectos Gustavo Saavedra y Juan Martínez Velasco, la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria. Un enorme volumen rectangular desprovisto de ventanas exteriores y por dentro funcionalmente proyectado; fue recubierto en su totalidad, por un dibujo hecho en mosaico, con piedras naturales de colores provenientes de todas las partes del país.
Biblioteca Central, 1953 Fachada Norte Foto, UNAM
Biblioteca Central, 1953 Fachada Poniente Foto, UNAM
Si en la Biblioteca Universitaria, O’Gorman tuvo que restringir en cierta medida su imaginación, por el programa y el uso al que estaba destinado el edificio; unos años más tarde (1956) construye para el mismo una casa, la más intrépida síntesis de arquitectura-escultura-pintura con el paisaje de lava del Pedregal de San Angel. Dentro de la línea de los “inspirados” : Gaudí, Simón Rodía y el admirado Facteur Cheval (a quien O’Gorman dedica su casa).
Aprovechando una gruta ya existente, formada por la lava volcánica, la convierte en salón y alrededor de ella, construye una casa descabellada que recubre también con diseños de mosaico. Fauna del mundo mítico prehispánico, enormes cabezas humanas, figuras y formas inexistentes van levantando los muros y terminan el perfil de esta insólita construcción. Ciertos elementos como las ventanas y puertas son convencionales, desgraciadamente interrumpen el imaginario fantástico plasmado. No cabe duda que si en México podemos hablar de una arquitectura que integra lo fantástico y que al mismo tiempo, recuerda la arquitectura prehispánica, la casa de O’Gorman es el máximo ejemplo.
Con esos raptos hacia la fantasía con que mezcla la realidad, por referir el mito y lo simbólico, la obra de O’Gorman representa mejor que ninguna otra el arte fantástico que se produjo en México en el siglo XX.
Aprovechando una gruta ya existente, formada por la lava volcánica, la convierte en salón y alrededor de ella, construye una casa descabellada que recubre también con diseños de mosaico. Fauna del mundo mítico prehispánico, enormes cabezas humanas, figuras y formas inexistentes van levantando los muros y terminan el perfil de esta insólita construcción. Ciertos elementos como las ventanas y puertas son convencionales, desgraciadamente interrumpen el imaginario fantástico plasmado. No cabe duda que si en México podemos hablar de una arquitectura que integra lo fantástico y que al mismo tiempo, recuerda la arquitectura prehispánica, la casa de O’Gorman es el máximo ejemplo.
Con esos raptos hacia la fantasía con que mezcla la realidad, por referir el mito y lo simbólico, la obra de O’Gorman representa mejor que ninguna otra el arte fantástico que se produjo en México en el siglo XX.
Casa Habitación, 1956. Pedregal de San Angel cd. de México Foto, CMG.
Casa del pintor Julio Castellanos
Casa Manuel Toussaint (Santa Rita)
Biblioteca CCU - UNAM
Mural en Biblioteca Gertrudis Bocanegra Pátzcuaro Michoacán, FOTO: Ernesto Perales Soto
Por Marco Delgadillo Villanueva
BIOGRAFÍA
O'Gorman nació en Coyoacán, en la Ciudad de México, en los años veinte estudió Arquitectura en la Academia de San Carlos y en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se convirtió en un arquitecto destacado bajo la influencia de Le Corbusier y ayudó a introducir a México la arquitectura funcionalista. En una etapa posterior, recibió la influencia de Frank Lloyd Wright y su arquitectura orgánica. A lo largo de su carrera fue profesor en el Instituto Politécnico Nacional donde creó la carrera de Ingeniero Arquitecto.
En su carrera como arquitecto, trabajó en grandes proyectos tales como el nuevo edificio del Banco de México, participó en la urbanización del Pedregal de San Ángel, donde construyó su propia casa, una verdadera obra de arte que, lamentablemente, fue demolida posteriormente. En la zona del San Ángel, O'Gorman diseñó y construyó en 1931-1932 el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo para ambos artistas, de hecho, la amistad con Diego Rivera produjo una influencia notable en su obra. Juan O'Gorman diseñó y construyó 26 escuelas primarias en la Ciudad de México.
Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria de la UNAM
Su obra pictórica más celebrada mundialmente por su creatividad, técnica constructiva y dimensiones son los murales de cuatro mil metros cuadrados que recubren los cuatro vanos del edificio de la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria de la UNAM, obra de Gustavo Saavedra y Juan Martínez. Estos murales son mosaicos hechos con millones de piedras de colores obtenidas a lo largo y ancho de la República Mexicana. El lado norte representa el pasado prehispánico y el sur el colonial, mientras que el muro oriente el mundo contemporáneo y el poniente la universidad y el México actual.
"A la vez se preparó en uno de los pisos de acervos del edificio de la Biblioteca en obra, una mesa especial de todo el largo del acervo de 48 metros, para hacer sobre ella los precolados de concreto armado. Me transportaba a la obra en bicicleta a las 7 de la mañana, llevando mi comida para trabajar durante todo el día, y terminaba generalmente a las 9 ó 10 de la noche. Los domingos y días de fiesta también trabajaba el mismo número de horas para acelerar la terminación del mosaico en el menor tiempo posible"
Juan O'Gorman
Como pintor, destacan las obras donde plasmó en espacios públicos pasajes históricos y hechos diversos bajo un estilo particular, donde agrupaba en un momento personajes y hechos relacionados al tema de la obra, como lo hizo en los muros del Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con La conquista del aire por el hombre o en el mural El crédito transforma a México recién trasladado a la Torre HSBC. O'Gorman realizó también pintura de caballete. Fue miembro de la Academia de Artes a la cual ingresó en 1971. Fue ganador del Premio Nacional de Bellas Artes en 1972.
Obras representativas
- Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
- Casa Cecil O'Gorman
- Biblioteca Central de la UNAM
- Casa Juan O'Gorman, Ave. San Jerónimo, San Ángel 1956
Vía Wikipedia
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